El libro: En esta lámpara maravillosa se esconden las esencias de uno de los más grandes escritores en lengua castellana, William Ospina. Pudiera parecer que en un libro breve –en extensión– no se pudiera sostener dicha afirmación, pero el lector que lo abra y lo lea, encontrará al poeta, al profundo explorador de la verdad humana y también de la divina, pues interpela a los dioses en más de una ocasión. Encontrará al narrador de novelas torrencial y pasmado por sus hallazgos, que le proporcionan, y él nos regala, la felicidad. Y es que leer a Ospina es acercarse a la felicidad. Es un escritor fuera de lo común, que sabe engarzar las perlas de sus poemas, sus ensayos y sus novelas.
En esta obra el lector paseará de la mano de Diógenes, se cruzará con Alejandro, oirá a Miguel Ángel, sufrirá con Ospina la barbarie del ser humano, y se reconciliará con ella leyendo a Proust, verá a Dorian Grey, sentirá la voz callada de Shakespeare, y se preguntará ¿qué sería de nuestra vida sin libros? ¿Sin Byron, Kafka, García Márquez, Joyce, San Juan de la Cruz, Kipling…? Como dice Ospina, “El que abre un libro ha encendido la lámpara maravillosa, y qué grato es saber que nunca acabaremos de descubrir lo que hay oculto en la transparencia, lo que hay escrito en la oscuridad.”
Datos de la editorial
Mi opinión: Últimamente ando con poco tiempo para la lectura, y de aquí a un mes va a ser parecido, por lo que parece, entre trabajo, que llegan las fiestas de mi pueblo, algún viaje y otros compromisos, el tiempo para la lectura se reduce drásticamente. Como no quería faltar a mi reseña semanal el viernes por la noche decidí recurrir a un libro que llevaba no mucho tiempo en la estantería, que no es muy extenso, del que me habían hablado genial, y que me daba tiempo a leerlo y hacer la reseña. Aparte sabéis que la editorial Navona es una de las que siempre tengo un libro en casa, por lo menos, esperando a ser leído.
Abrí La lámpara maravillosa sin saber nada de qué iba, la sinopsis hasta que no la he puesto aquí no la había leído, pero eso no es nuevo, ya lo sabéis si me habéis leído algo. Suelo tener reparos a leer libros de escritores sudamericanos por el tipo de vocabulario o formas de escribir que tienen, se me hace muy incómodo de leer, y lo primero que tengo que decir que no me ha pasado con Ospina, es un libro escrito en español de España, para entendernos.
La segunda sorpresa que me he llevado ha sido el tema central del libro, o el que me ha parecido a mí, es aprendizaje y el conocimiento, me ha parecido un gran canto al aprender. A como el más sabio es el que se da cuenta que menos sabe y tiene más necesidad de seguir aprendiendo.
Es un libro que cada vez que pasaba páginas tenía más necesidad de seguir leyendo. Al final se me ha hecho corto, no llega a las 120 páginas de lectura, con letra que se ve bien y la edición es un tamaño pequeño.
Es uno de esos libros que recomendaré hasta la saciedad, leerlo, merece la pena, mucho. No soy de poner la máxima nota a un libro pero este es uno de los que la obtiene. Desde antes de acabarlo sabía que iba a ser una de mis mejores lecturas del año.
¿A vosotros os cuesta leer literatura sudamericana? ¿Tenéis la necesidad, cuando estáis atascados con un libro, de coger otro para volver a coger el ritmo?
Valoración del libro: 5 de 5.