lunes, 27 de junio de 2016

Cerrado por vacaciones

 
No es un cierre al uso, que no me voy salvo 5 días la semana que viene de voluntario a Lourdes con enfermos, como llevo haciendo desde el año 1999.
Pero viendo que últimamente me está costando mucho leer, que en el blog hay semanas que no me da tiempo a subir ninguna reseña, pues he decidido parar de forma oficial durante unas semanas, para poder volver a coger el ritmo.
Seguiré estando activo en las redes sociales, lo poco que estoy a veces, y pasando por los blogs para leer vuestros opiniones de los libros, cuando vaya pudiendo.
No me echéis mucho de menos, que en nada estoy de vuelta.
Sed buenos y felices.

martes, 14 de junio de 2016

La lámpara maravillosa, de William Ospina


El libro: En esta lámpara maravillosa se esconden las esencias de uno de los más grandes escritores en lengua castellana, William Ospina. Pudiera parecer que en un libro breve –en extensión– no se pudiera sostener dicha afirmación, pero el lector que lo abra y lo lea, encontrará al poeta, al profundo explorador de la verdad humana y también de la divina, pues interpela a los dioses en más de una ocasión. Encontrará al narrador de novelas torrencial y pasmado por sus hallazgos, que le proporcionan, y él nos regala, la felicidad. Y es que leer a Ospina es acercarse a la felicidad. Es un escritor fuera de lo común, que sabe engarzar las perlas de sus poemas, sus ensayos y sus novelas.
En esta obra el lector paseará de la mano de Diógenes, se cruzará con Alejandro, oirá a Miguel Ángel, sufrirá con Ospina la barbarie del ser humano, y se reconciliará con ella leyendo a Proust, verá a Dorian Grey, sentirá la voz callada de Shakespeare, y se preguntará ¿qué sería de nuestra vida sin libros? ¿Sin Byron, Kafka, García Márquez, Joyce, San Juan de la Cruz, Kipling…? Como dice Ospina, “El que abre un libro ha encendido la lámpara maravillosa, y qué grato es saber que nunca acabaremos de descubrir lo que hay oculto en la transparencia, lo que hay escrito en la oscuridad.”
 
Datos de la editorial

Mi opinión: Últimamente ando con poco tiempo para la lectura, y de aquí a un mes va a ser parecido, por lo que parece, entre trabajo, que llegan las fiestas de mi pueblo, algún viaje y otros compromisos, el tiempo para la lectura se reduce drásticamente. Como no quería faltar a mi reseña semanal el viernes por la noche decidí recurrir a un libro que llevaba no mucho tiempo en la estantería, que no es muy extenso, del que me habían hablado genial, y que me daba tiempo a leerlo y hacer la reseña. Aparte sabéis que la editorial Navona es una de las que siempre tengo un libro en casa, por lo menos, esperando a ser leído.
 
Abrí La lámpara maravillosa sin saber nada de qué iba, la sinopsis hasta que no la he puesto aquí no la había leído, pero eso no es nuevo, ya lo sabéis si me habéis leído algo. Suelo tener reparos a leer libros de escritores sudamericanos por el tipo de vocabulario o formas de escribir que tienen, se me hace muy incómodo de leer, y lo primero que tengo que decir que no me ha pasado con Ospina, es un libro escrito en español de España, para entendernos.
 
La segunda sorpresa que me he llevado ha sido el tema central del libro, o el que me ha parecido a mí, es aprendizaje y el conocimiento, me ha parecido un gran canto al aprender. A como el más sabio es el que se da cuenta que menos sabe y tiene más necesidad de seguir aprendiendo.
 
Es un libro que cada vez que pasaba páginas tenía más necesidad de seguir leyendo. Al final se me ha hecho corto, no llega a las 120 páginas de lectura, con letra que se ve bien y la edición es un tamaño pequeño.
 
Es uno de esos libros que recomendaré hasta la saciedad, leerlo, merece la pena, mucho. No soy de poner la máxima nota a un libro pero este es uno de los que la obtiene. Desde antes de acabarlo sabía que iba a ser una de mis mejores lecturas del año.

¿A vosotros os cuesta leer literatura sudamericana? ¿Tenéis la necesidad, cuando estáis atascados con un libro, de coger otro para volver a coger el ritmo?
 
Valoración del libro: 5 de 5.

martes, 7 de junio de 2016

El síndrome de Jerusalén, de Juan Bolea


El libro: Cuando el detective Florián Falomir es contratado para esclarecer el robo de una talla de la virgen que aparentemente no tiene ningún valor especial, no puede imaginar hasta qué punto se van a complicar las cosas. Pronto se verá envuelto en una trama vertiginosa cuya clave podría estar en los misteriosos sucesos de años atrás, cuando tres niños realizaron una serie de supuestos milagros tras una aparición mariana.
Las pistas conducirán a Falomir –un inolvidable investigador de origen armenio que merece un puesto de honor en el actual panorama del género negro- hasta la ciudad de Jerusalén, donde entrará en acción la inspectora Martina de Santo, el personaje fetiche de Juan Bolea.
Una novela de intriga llena de sorpresas y giros inesperados en la que no faltan los toques de humor -blanco y negro- y un final extraordinario, a la altura de la originalidad del argumento.
 
 
Mi opinión: Este es uno de esos libros que en una librería, leyendo la sinopsis, puede ser que se acabas pasando por caja y ponerte a leerlo al llegar a casa. Te da una pista de que puede formar parte de una colección más grande, pero no creo que sea imprescindible haber leído los anteriores.
 
A mí me llegó este libro sin conocer al autor en forma de regalo de unos amigos, fueron ellos los que me dijeron que era más o menos independiente y que no hacía falta haber leído más de esta colección. Es un libro que no se lee con mucha dificultad, poco más de 300 páginas, y con bastante parte de diálogo.
 
Pero no lo he acabado de disfrutar, el protagonista del libro, el detective Florián Falomir, me ha parecido lleno de clichés que más que marca su personalidad le hacían un personaje casposo y grotesco. La otra protagonista, la inspectora Martina de Santo, aparece en un momento del libro, parece un mero acompañante más, pero es la que al final resuelve el caso. Pero lo resuelve dando un par de pinceladas que nadie sabía y sin acabar de aclarar ciertos detalles.
 
Me ha parecido un libro flojo, aunque ya me lo habían advertido antes de empezarlo, así como que los primeros de la inspectora son bastante mejores. Me plantearé si me animo con alguno, que ahora mismo no me han quedado ganas, la verdad.
 
Me sucede que si el primer libro que leo de un autor me gusta, a ese autor le tengo como en mente por si saca libro nuevo o por buscar sus anteriores títulos, pero que si el primero no me ha convencido me cuesta volver a leer un libro suyo. Espero no ser el único, por que a vosotros también os pasa, ¿no?
 
Valoración del libro: 3 de 5 pero más cerca del 2,5 que del 3,5.