Para morir siempre hay tiempo, de Carmen Conde

El libro: Novela galardonada por unanimidad con el Premio de Novela Negra La Trama.

Escritora frustrada, obsesiva y adicta a los medicamentos, Julia Irazu es una auténtica experta en complicarse la vida, pero esta vez los problemas vienen de fuera. De manera accidental se ve envuelta en una red de tráfico de arte, entre intereses millonarios y delincuentes sin escrúpulos, y conoce a Viktor Sokolov, un supuesto espía ruso junto al cual vivirá una aventura llena de peligros entre Bilbao, Palermo y San Petersburgo.

Paradójicamente, será entonces cuando Julia descubra un principio básico que desconocía. Y es que, para morir, siempre hay tiempo.

Dueña de una prosa adictiva y dotada de un fino sentido del humor, Carmen Conde irrumpe con fuerza en el actual panorama literario, dispuesta a robar muchas horas de sueño a los lectores con esta novela de espías que no se parece a ninguna otra.

 

Datos técnicos:
Editorial: Ediciones B

Número de páginas: 368

ISBN: 978-84-666-5856-0

Formato: Tapa blanda

PVP: 18,00 €

 

Autor: Carmen Conde (Barcelona, 1965) estudió Magisterio y desde los veintitrés años ejerce como maestra de primaria en la escuela pública. Apasionada de su trabajo, lo es también de la lectura, desde que descubrió a Enid Blyton en su infancia. Agatha Christie, Edgar Allan Poe y Stephen King, entre otros, no han hecho más que consolidar esta pasión. Hace más de diez años escribió un relato corto titulado Su última cena y quedó finalista en un concurso. A partir de entonces, no ha parado de escribir.

Su novela Para morir siempre hay tiempo ha sido galardonada con el Premio de Novela Negra La Trama, que busca descubrir nuevas voces para el género.

 

Mi opinión: Llevaba viendo el título bastante tiempo en la web de la editorial, y la portada me había llamado la atención así como la sinopsis, así que en cuanto pude me hice con él. Hice un amago de empezarlo hace unas semanas, pero lo dejé para leerlo con un par de compañeras blogueras.

 

La historia empieza con una accidente de coche entre nuestros dos protagonistas, Julia y Viktor. Curiosa manera de conocerse, la verdad. A partir de ahí vamos siguiendo la pista de Julia, de la que descubrimos que es una hipocondriaca adicta a cierto tipo de medicamentos. Viktor es un espía ruso experto en obras de arte.

 

A partir de ahí, se inicia una aventura en la que nuestros protagonistas recorren algunas ciudades de Europa, en la que entran en juego mafiosos del arte. Uno de cuyos principales sitios de donde han obtenido las obras es el museo Hermitage en San Petersburgo.

 

 

 

No voy a desvelaros mucho más de la trama, es una novela que no llega a las 400 páginas, y de lectura muy rápida, las páginas caen a una velocidad muy rápida, no me ha durado ni 3 días, partiendo de que mi velocidad de lectura no es especialmente rápida.

 

La verdad es que me esperaba algo más de la novela, la historia es original, los personajes principales pueden dar bastante juego, pero se me ha quedado corto de algo. Algunas de las situaciones que suceden me han parecido previsibles, he descubierto qué iba a suceder antes de que pasara, pero con algún giro sorpresivo e inesperado.

 

En resumen, novela entretenida, para pasar un buen rato entre sus páginas, pero sin buscar que sea una de mis novelas del año. Lo recomiendo para esas épocas que estamos atascados, o entre lecturas más densas.

 

VALORACIÓN: 3 de 5